sábado, 4 de agosto de 2012

Yo no quiero un pasaporte

Yo no quiero un pasaporte, yo quiero besos que me despierten a media noche en medio del calor del verano. Un aliento que me sople el oído y que me hable de cosas inentendiblemente entendibles.

Yo no quiero un pasaporte, ni un papel, ni un boleto, ni un anillo que me diga lo que soy… ni que sugiera que pertenezco o que siento. Lo que si quiero son lunas llenas y pies mojados sobre la arena. Palabras sin sonido que se dicen con los ojos. Pajaritos que me canten, lagartos que me visiten, mariposas que me cuenten que para ser madre no hay que tener un hijo, que para ser mujer no hay que ser esposa, que para ser no hay que estar, que para estar no hay que ser, ni padecer… solo cantar bajito y volar durmiendo.

Que soy dulce en un frasquito de sal y que soy salada aunque me piquen las abejas… yo no quiero un pasaporte, yo quiero miel.